¿Por qué las desgracias ajenas te hacen darte cuenta de la suerte que tienes?

 

Se que no soy la única a la que le pasa eso.

Muchas veces nos quejamos de cosas que nos parecen súper importantes y olvidamos la suerte que tenemos muchos de nosotros.

Hace una semana aproximadamente, vi que Paula estaba rara. Le pregunto y de pronto se me echa a llorar abrazándome. Os diré que  no ha salido a mi en lo de llorar, así que verla así es casi imposible.

Cuando se le pasa un poco la congoja me dice que el padre de una amiga tiene cáncer desde hace tiempo pero que ha recaído y le dan una semana máximo. Llevaba mas de dos años luchando a pesar de que en un principio le dijeron que viviría uno…..Desde luego es un luchador.

Paula lloraba por su amiga y por ella, porque no se imaginaba una vida sin ninguno de nosotros y no quería que nos pasase aunque es consciente de que es una enfermedad que no entiende de edad, sexo, raza ni creencia religiosa…simplemente llega y te funde.

Ese año que le pronosticaron en un principio se convirtió en dos, pero esa ultima semana se transformó en solo un día.

No puedo ni imaginar cómo tienes que sentirte sabiendo que tienes fecha. Todos la tenemos pero creemos que nos queda mucho para «caducar» y saber que estás sentenciado y que vas a dejar a una familia, amigos, que no volverás a ver el mar o una puesta de sol, que no sentirás nunca mas el abrazo de un ser querido…¿cómo consigues afrontar eso? ¿qué haces? ¿dejas el trabajo para «vivir»o lo continuas como si nada pasara, creando una falsa normalidad? ¿y si aunque quieras dejarte el trabajo no puedes porque no te lo puedes permitir? ¿y si no te da tiempo a viajar a ese sitio con el que siempre has soñado o a tirarte de un paracaídas?

Y por si eso no fuera poco, el dolor de saber que dejas atrás gente que te quiere y te necesita…

Ahora estoy escribiendo esto desde la terraza de mi casa, mirando el mar, con Duna a mi vera (Nala estará en el sofá aprovechando que está vacío 😆 ) teniendo a Pau en la otra habitación y sabiendo que voy a ver a mi hija el sábado ya que está pasando unos días con los abuelos.

Claro que le puedo pedir mas a la vida, pero hoy me conformo como estoy.